Encontré esta receta en un recetario de espumas para poder utilizar mi sifón Isi estupendo y la he versionado un poco a mi gusto con el azúcar avainillado que le dá un sabor más potente y el rollito del azúcar caramelizado que, con un soplete de cocina es facilísimo y da un efecto de presentación realmente muy chulo.
Ingredientes (para 4-5 personas, un sifón de ½ litro):
150g de nata líquida (para montar)
40g de leche
4 sobres de azúcar avainillado
2 yemas de huevo
1/2 rama de canela
un trocito de corteza de limón
azúcar blanca
1 soplete de cocina
1 cápsula de gas
40g de leche
4 sobres de azúcar avainillado
2 yemas de huevo
1/2 rama de canela
un trocito de corteza de limón
azúcar blanca
1 soplete de cocina
1 cápsula de gas
En un cazo ponemos la nata líquida, la leche, la rama de canela, la corteza del limón y el azúcar y lo calentamos sin que llegue a hervir. Dejamos enfriar un poco, lo colamos para eliminar el limón y los restos de la rama de canela y vertemos esto, lentamente y mezclando bien, sobre las yemas que habremos batido previamente (si lo vertemos muy caliente puede cuajar la yema así que hay que hacerlo cuando se haya atemperado un poco la mezcla anterior).
Lo volvemos a poner todo al fuego moviendo constantemente con una cuchara de madera hasta que empiece a espesar un poco, como si fuera una salsa. Lo retiramos y lo volcamos a un cazo sobre un paño húmedo bien frio para que la mezcla se enfríe rápido. Colamos la mezcla para que no quede ningún grumo y lo vertemos en el sifón hasta llegar a la raya indicadora del medio litro. Lo cerramos bien y ponemos una cápsula de gas. Lo agitamos con cuidado dos o tres veces, retiramos la cápsula de gas y lo ponemos en la nevera al menos 3 o 4 horas.
Servimos repartiendo en vasitos de cristal pequeños de chupito o en vasos de zurito. Espolveamos con un poquito de azúcar blanca por encima con cuidado y la quemamos con un soplete de cocina justo encima del azúcar para que el azúcar de encima quede caramelizado.