De varias ideas sobre como hacer la pasta choux, ésta del libro de Caroline Bretherton de Blume es la más sencilla y la que más me ha gustado. Además, no lleva azúcar, así que sirve igual para preparar profiteroles dulces como salados para aperitivo. Se preparan muy rápidamente y en 20 minutos de horno están listos.
Ingredientes:
50 gr de mantequilla
150 ml de agua
60 gr de harina
2 huevos
En un cazo ponemos a calentar el agua con la mantequilla hasta que ésta se haya deshecho. Lo movemos bien y dejamos hasta que empiece a hervir. Cuando rompa a hervir, lo sacamos del fuego y vertemos la harina previamente tamizada y movemos bien con una cuchara de palo hasta tener una masa homogénea. Batimos uno de los huevos y lo añadimos a la masa. Mezclamos bien de nuevo con la cuchara de madera hasta que forme una masa homogénea. Añadimos entonces el segundo huevo también previamente batido y volvemos a mezclar.
Cuando la masa sea homogénea, la ponemos en una manga pastelera y, sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, vamos haciendo montañitas de la masa no excesivamente grandes (según el tamaño del que queráis los profiteroles contando que no crecen demasiado en el horno).
Los ponemos a 180 grados con el horno previamente precalentado a esa misma temperatura durante 30 minutos (que estén bien dorados porque si no, estarán crudos por dentro).
Retiramos y dejamos enfriar en una rejilla. Listos para rellenarlos a vuestro gusto.
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