2 dientes de ajo
Aceite de oliva
½ cucharadita de sal
1 patata bastante grande
1 cebolla mediana
Inspirándome en los riquísimos rostïs del norte de Europa, he ideado esta combinación en forma de tortilla de patata pero sin huevo y con el punto de los dientes de ajo que le dan un sabor muy especial.
Rallamos con un rallador la cebolla pelada y reservamos. Hacemos lo mismo con la patata y reservamos aparte.
Cubrimos la base de una sartén antiadherente pequeña con aceite de oliva y salteamos los ajos (no es necesario pelarlos, con un par de cortes es suficiente). Dejamos unos minutos y añadimos la cebolla rallada con la sal y mezclamos bien para que se quede pochada pero no se tueste. Cuando empiece a estar blanda, añadimos la patata y mezclamos bien de nuevo. Vamos aplastando la patata cuando empiece a estar hecha para darle la forma de la sartén de tal manera que parezca una tortilla. Dejamos a fuego medio hasta que los bordes empiecen a dorarse y le damos la vuelta como si de una tortilla de patatas se tratase. La dejamos que se dore a fuego medio para que se acabe de hacer la patata y servimos cuando la base esté un poquito tostada.
Cortamos la falsa tortilla en cuatro cuartos y servimos de guarnición con carne o pescado o incluso con verdura hervida. Los ajos quedarán enteros en alguna de las raciones.
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