80 gr de aceite de girasol
150 gr de azúcar
3 huevos tamaño L
200 gr de harina
1 sobre de levadura royal
100 gr de leche
50 gr de chocolate negro cortado en daditos
En un bol batimos con unas varillas el aceite de girasol con el azúcar hasta que quede perfectamente homogéneo. Cuando esté bien mezclado añadimos los huevos uno a uno, batiendo muy bien después de cada huevo hasta que se hayan mezclado por completo. Añadimos ahora la harina mezclada con la levadura tamizadas con un colador y lo vamos incorporando a la masa cucharada a cucharada batiendo bien después de cada una. Añadimos finalmente la leche y volvemos a mezclar hasta tener una masa homogénea. Cuanto más batáis la mezcla, más esponjoso os quedará el bizcocho.
Cubrimos el molde con papel de horno. Para que se adapte mejor el papel al molde, lo cortamos de la medida adecuada y lo ponemos debajo del grifo. Lo escurrimos bien y tendremos un papel superflexible que se adaptará perfectamente al molde. Vertemos en el molde el contenido y repartimos por la superfície los trocitos de chocolate. Lo dejamos en el horno a 180 grados (previamente precalentado a esa temperatura) durante 40 minutos.
Lo pinchamos con un cuchillo para asegurarnos que ha quedado bien, si no, lo dejáis 5 minutos más (depende del horno). Lo desmoldamos y dejamos que se enfríe en una rejilla.
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